La escultura fue hecha por Claudia Fontes, quien se basó en la foto de la célula del padre cuando era niño para tratar de aproximarse lo más posible a los rasgos de la figura de Pablo.
La opinión de Claudia sobre los desaparecidos es que por más de que no podamos verlos en figura física, ellos viven y vivirán siempre en nuestros corazones.
Nuestra opinión coincide con la de la escultora. Nos da tristeza saber que en la época del proceso militar secuestraran a personas menores o embarazadas sin que les importase.