Esta escultura fue diseñada por Roberto Aizenberg, quien no la pudo llevar a cabo por su fallecimiento en 1996. Sus hijos la presentaron en el concurso y luego la concretaron en 2003. Se distinguen tres persona diferentes, pero no se ven ni caras ni cuerpos, sólo que son un hombre, una mujer y una mujer embarazada. Detrás de ellas se observa el Río de la Plata.
La escultura representa que por más que las personas no estén en forma física vivirán en nuestros corazones.
En nuestra opinión, la escultura tiene un significado muy importante ya que en la época de la dictadura tiene un valor muy fuerte en los corazones de los ciudadanos argentinos.